Relato tesa



Tesa es una palabra del diccionario colombiano para referirse a una persona valiente o que afronta una situación difícil.

Llevo varios relatos de cuando viví en Colombia, esto debido a que el 2015 fue un año que marcó de muchas formas mi vida y en el que tuve experiencias que recuerdo hasta la fecha. 

Uno de los temas “más difíciles” de vivir en otro país es la vivienda 🏘️, más si tienes que compartirla con otras personas que no conoces y/o con costumbres distintas a las tuyas. 
Luego de haber vivido en 2 apartamentos distintos, con varios compañeros, decidí que era momento de mudarme a un ambiente más cómodo y cercano a mi trabajo. Así que empecé a preguntar a amigos/as y una de ellas me cuenta que vivía en una casa con otra inquilina y con la dueña, y que ella además sabía que había otra habitación disponible que se podía utilizar. Mi amiga habla con la dueña, voy a conocer la casa y en un par de semanas me traslado a vivir allí. 
El día de la mudanza fue complicado. Hago mis maletas (3 en total) y junto otras pertenencias que ya no cabían en algunas bolsas pequeñas. 
Vivía en unos edificios de estudiantes y ese día estaba sola, así que con mucho esfuerzo, bajo todas mis cosas y las voy dejando en la “garita” del edificio. Luego de varios viajes de arriba - abajo pido un taxi 🚕. El taxista aparece y cuando ve todo mi equipaje reniega que yo tendría que haber especificado en la APP que llevaba toooodo esto conmigo. 
Yo no era una usuaria frecuente de esta APP así que no tenía ni idea. Sorprendida le digo que entonces llamaría a otro taxista y él sin estar muy convencido me dice que no, que estaba bien realizar el viaje. El conductor no se baja del carro, así que yo sola subo las cosas al taxi con mucho esmero y allá vamos.
 
En el camino no me dirige la palabra más que para “alegar” del tema de las maletas. 

Llegamos a la nueva casa y empieza a llover muy fuerte. La casa quedaba en una calle bastante empinada así que con dificultad bajo mis maletas y cosas, sin ninguna ayuda por supuesto. Le pregunto al taxista si le puedo pagar con tarjeta y vuelve a molestarse porque solo aceptaba efectivo.
En uno de los viajes que hago con las maletas, toco el timbre y abre la puerta mi amiga que estaba en casa, y le pido dinero prestado para pagarle al taxista porque yo no tenía nada en efectivo. Ella baja el dinero y me ayuda a entrar mis cosas hasta que en el último viaje, mientras ella entra a la casa, me resbalo y me caigo fuertemente en la calle con la lluvia encima y lágrimas en los ojos.

Una escena de película dramática completamente 😭

Eran demasiadas emociones en un solo momento, porque había hecho mucho esfuerzo físico trasladando las cosas por mi cuenta, paso un muy mal rato con este señor y me siento sola en un país que no era el mío. 
En eso, sale mi amiga de casa y cuando me ve en el suelo baja las escaleras a toda prisa y me levanta consolándome. Yo le digo que ya no puedo más y ella me dice - “Manto, ¡usted es una tesa!. Aquí está viviendo en otro país, haciendo muchas cosas que no cualquiera se atrevería...”. Me dice muchas cosas más que ya no recuerdo exactamente, pero al escribir este relato me traslado a ese vivo momento en el que ella me dice estas palabras tan bonitas y tan colombianas que nunca olvidaré - “.. usted es una tesa” 💪. 


Luego de ese momento entramos a casa, ella me ayuda a secarme y me prepara un rico chocolate caliente, charlamos y el mal momento pasa, y muy pronto me siento en casa.


Toda persona tesa necesita amigos y personas que se lo recuerden, porque gran parte de que esa persona sea de dicha forma es gracias a quienes le rodean. No es bueno dar las cosas por sentado, es importante expresarle a nuestros amigos y familia lo que opinamos de ellos, recordarles nuestra “admiración” y cariño constantemente. 
Para toda persona tesa rodearse de personas que le apoyen en los momentos más difíciles no tiene precio, más si lo acompañas de una rica taza de chocolate caliente 

Recuerdo con mucho cariño a mi amiga Daniela y la experiencia de ser compañeras de casa. Con ella compartimos lindos momentos, alegres salidas y algo muy importante también es que, ¡gracias a ella aprendí a cocinar! 😉