Empecé a prestar más atención a la situación cada vez que pasaba por ahí. Vi que a ese sitio llegaban muchas trabajadoras mujeres y el hombre se comportaba aparentemente respetuoso con ellas, pero la molestia conmigo continuaba... así que decidí cambiar mi ruta 😤. No quedándome tranquila, ni satisfecha con esta decisión (porque en mi opinión no era justa), tomé nota del sitio y encontré un correo electrónico de contacto, así que ¡lo envié!. La dirección era la del departamento de recursos humanos de la empresa. El correo que escribí era bastante cordial en donde indicaba la situación por la que había pasado y expresaba mi preocupación por el resto de mujeres de ese centro de trabajo. Afortunadamente, un responsable del departamento (un hombre jóven) contactó conmigo y la historia no se volvió a repetir porque el guardia de seguridad era otro. Así que pude regresar a mi antigua ruta tranquilamente.
Creo en que debemos cuidarnos los un@s a l@s otr@s de estas situaciones incómodas llamadas acoso, sin importar el género, ideología, status, etc. Sé que no siempre se ven los resultados de las acciones o denuncias que realizamos aunque se hagan responsable y educadamente, pero me gusta tener fe en que puede haber una solución como la que me dieron a mi en esa ocasión. Lo importante es siempre actuar, sin importar la "gravedad" de la situación para evitar que les pueda pasar a l@s demás o que incluso pueda escalar a más.
* Canchita o canche es un término guatemalteco para una mujer rubia (aunque en mi opinión soy bastante morena jaja 😉).
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